jueves, 10 de diciembre de 2015

Segunda República (1865-1916)

Por el momento los españoles salieron, la mayoría de las principales ciudades en ruinas y la isla se dividió entre varias decenas de caudillos. José María Cabral controlaba la mayor parte de Barahona y el suroeste con el apoyo de los socios exportadores de caoba de Báez, mientras que el ganadero Cesáreo Guillermo reunió a una coalición de ex generales Santanista en el sureste, y Gregorio Luperón controlaba la costa norte. Desde la retirada española en 1879, hubo veintiún cambios de gobierno y por lo menos cincuenta levantamientos militares.
En el curso de estos conflictos, surgieron dos partidos. El Partido Rojo representado por el ganadero del sur exportador de caoba, Buenaventura Báez, quien continuó buscando la anexión por una potencia extranjera. El Partido Azul, dirigido por Gregorio Luperón, representado a los agricultores de tabaco y comerciantes del Cibao y Puerto Plata y fue nacionalista y liberal en su orientación. Durante estas guerras, el pequeño y corrupto ejército nacional fue superado en número por las milicias organizadas y mantenidas por los caudillos locales quienes se autoproclamaban gobernadores provinciales. Estas milicias fueron llenadas por agricultores pobres o trabajadores de las plantaciones sin tierras inculcados en el servicio quienes por lo general se dedicaban al bandolerismo cuando no había ninguna revolución.

Presidente Báez, quien estaba a favor de la anexión de República Dominicana a los Estados Unidos, recibiendo los comisionados enviados por el congreso estadounidense en 1871.
Alrededor de un mes de la victoria nacionalista, Cabral, cuyas tropas fueron los primeros en entrar en Santo Domingo, derrocó a Pimentel, pero unas semanas después, el general Guillermo encabezó una rebelión en apoyo a Báez, forzando a Cabral a dimitir y permitir a Báez volver a tomar la presidencia en octubre. Báez fue derrocado por los agricultores del Cibao bajo el mando de Luperón, líder del Partido de Azul, en la primavera siguiente, pero los aliados de Luperón se volvieron el uno contra el otro y Cabral se reinstaló a sí mismo como presidente con un golpe de Estado en 1867. Después de llevarse varios Azulistas a su gabinete los Rojos se rebelaron, volviendo Báez al poder. En 1869, Báez, negoció un tratado de anexión con los Estados Unidos. Con el apoyo del Secretario de Estado de los Estados UnidosWilliam H. Seward, quien esperaba establecer una Armada en Samaná, en 1871 el tratado fue anulado en el Senado de los Estados Unidos a través de los esfuerzos del senador abolicionista Charles Sumner.
En 1874, el gobernador de Puerto Plata y miembro del Partido Rojo Ignacio María González Santín, organizó un golpe de Estado en apoyo de una rebelión del Partido Azul, pero fue depuesto por los Azules dos años después. En febrero de 1876, Ulises Espaillat, respaldado por Luperón, fue nombrado presidente, pero diez meses más tarde las tropas leales a Báez lo retornaron al poder. Después de un año una nueva rebelión le permitió a González Santín tomar el poder, solo para ser depuesto por Cesáreo Guillermo en septiembre de 1878, que a su vez fue derrocado por Luperón, en diciembre de 1879. Gobernando el país desde su ciudad natal Puerto Plata, disfrutando de un auge económico debido a las exportaciones de tabaco hacia AlemaniaLuperón promulgó una nueva Constitución estableciendo un límite de dos años de mandato presidencial mediante elecciones directas, suspendió el sistema semi-formal de sobornos e inició la construcción del primer ferrocarril del país, que une la ciudad de La Vega con el puerto de Sánchez en la Bahía de Samaná.

La Guerra de los Diez Años en Cuba trajo plantadores de azúcar cubanos para el país en busca de nuevas tierras y seguridad de la insurrección que liberó a sus esclavos y destruyó sus propiedades. La mayoría se estableció en la llanura costera del sureste, y, con la asistencia del gobierno de Luperón, construyendo los primeros molinos de azúcar mecanizado de la nación. A ellos se unieron más tarde los italianos, los alemanes, los puertorriqueños y los estadounidenses en la formación del núcleo de la burguesía azucarera dominicana, casarse y formar familias prominentes para consolidar su posición social. Las interrupciones de la producción mundial causada por la Guerra de los Diez Años, laGuerra Civil Estadounidense y la Guerra Franco-Prusiana permitieron a la República Dominicana convertirse en un importante exportador de azúcar. Durante las dos décadas siguientes, el azúcar superó al tabaco como el principal producto de exportación, mientras que los antiguos caseríos de pesca de San Pedro de Macorís y La Romana se transformaron en prósperos puertos. Para satisfacer su necesidad de un mejor transporte, más de 300 kilómetros de líneas privadas de ferrocarril-fueron construidos por y para servir a las plantaciones de azúcar en 1897.14 Una caída de los precios en 1884 llevó a la congelación salarial, y una posterior escasez de mano de obra fue ocupada por inmigrantes trabajadores de la Islas de Sotavento, las Islas VírgenesSaint Kitts y NevisAnguila y Antigua (referido por los dominicanos como cocolos). Estos negros de habla inglesa fueron a menudo víctimas de racismo, pero muchos permanecieron en el país, encontrando trabajo como estibadores y en las construcciones de ferrocarriles y en las refinerías de azúcar.

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