La primera constitución de la República Dominicana fue aprobada el 6 de noviembre de
1844. Se incluyó una forma de gobierno presidencial con muchas tendencias
liberales, pero se vio empañada por el artículo 210, impuesta por Pedro Santana en la Asamblea Constituyente por la fuerza, dándole los privilegios
de una dictadura hasta que la guerra de independencia terminara. Estos privilegios
no solo le sirvieron para ganar la guerra, sino también le permitió perseguir,
ejecutar y conducir al exilio a sus opositores políticos, entre los que se
encontraron Juan Pablo Duarte.
Durante la primera década de independencia, Haití intentó varias invasiones para
reconquistar la parte oriental de la isla: en 1844, 1845, 1849, 1853 y
1855-1856. Aunque cada una fue malograda, Santana siempre utilizaba la amenaza de la
invasión haitiana como una justificación para la consolidación de sus poderes
dictatoriales. Para la élite dominicana -en su mayoría propietarios de tierras,
comerciantes y sacerdotes- la amenaza de la reconquista por el más poblado
Haití fue suficiente para buscar la anexión a un poder exterior. Ofreciendo las
aguas profundas del puerto de la bahía de Samaná como anzuelo, en las próximas
dos décadas, las negociaciones se hicieron con Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y Españapara
declarar un protectorado sobre el país.
Sin carreteras adecuadas, las regiones
de la República Dominicana se desarrollaron en forma aislada unas
de otras. En el sur, la economía estaba dominada por la ganadería (sobre todo
en el sureste de la sabana) y el corte de caoba y otras maderas duras para la
exportación. Esta región conservó un carácter semi-feudal, con poca agricultura
comercial, la hacienda como unidad social dominante y la
mayoría de la población vivía en un nivel de subsistencia. En el Valle del Cibao, los más ricos
campos agrícolas de la nación, los campesinos complementaron sus cultivos de
subsistencia con el cultivo del tabaco para la exportación, principalmente
hacia Alemania. El tabaco requería menos tierra que
la ganadería y se cultivaba principalmente por pequeños agricultores, quienes
dependían de los comerciantes ambulantes para transportar sus cosechas a Puerto Plata y Montecristi.
Santana antagonizó a los agricultores del Cibao, enriqueciéndose a sí
mismo y a sus seguidores, recurriendo a múltiples impresiones de pesos que le
permitió comprar sus cosechas por una fracción de su valor. En 1848, se vio
obligado a dimitir, y fue sucedido por su vicepresidente, Manuel Jimenes. Después de volver a dirigir las
fuerzas dominicanas contra una nueva invasión haitiana en 1849, Santana marchó hacia Santo Domingo, deponiendo a Jimenes. A petición de éste, elCongreso eligió a Buenaventura
Báez como presidente, pero Báez no estaba dispuesto a servir de títere
de Santana, desafiando su
papel como líder reconocido militar del país. En 1853, Santana fue elegido presidente para su segundo
mandato, lo que obligó Báez a buscar el exilio. Tres años más
tarde, después de malograr la invasión haitiana por última vez, negoció un
tratado de arrendamiento de una porción de la Península
de Samaná con
una compañía estadounidense; la oposición popular lo obligó a abdicar, lo que
permitió que Báez regresara y tomara el poder. Con el
tesoro nacional agotado, Báez imprimió dieciocho millones de pesos
para la compra de la cosecha de tabaco de 1857 con esta moneda y exportándola
por dinero en efectivo en beneficio de sí mismo y sus seguidores. Los
plantadores de tabaco Cibaoan,
quienes se arruinaron cuando se produjo la inflación, se rebelaron, volviendo a
recurrir a Santana quien se encontraba en el exilio, para
liderar la rebelión. Después de un año de guerra civil, Santana tomó Santo Domingo y se instaló como
presidente.